¿Por qué un club de lectura?

Mientras prepara el lanzamiento del Club de Lectura de Rama Negra, la abogada juninense María Rosa Fernández Othacehe reflexiona acerca de la necesidad y función de este tipo de espacios culturales.

¿Por qué un club de lectura?

por María Rosa Fernández Othacehe

Hay verdades de perogrullo que a veces es necesario repetir: la lectura es un acto solitario. La intimidad del lector con el autor es a solas, página tras página, saboreando los insondables matices que ese otro comunica, más allá de todo tiempo y distancia, a nosotros, lectores. Pero fuerza es recordar también: los lectores somos seres humanos, gregarios al fin, que disfrutamos del intercambio con los otros en la dimensión que incluye el cuerpo y la simultaneidad. Y en esa dimensión operan los clubes de lectura, que para felicidad de muchos proliferan de todos los tipos en cada rincón del planeta. Para los que creemos que los libros y la lectura sobrevivirán a todos los avatares de la civilización, porque sabemos que leer es una forma de organizar la experiencia humana y no dudamos de querer compartirla con otros, los clubes de lectura son el espacio que buscamos.

 
Con el transcurso de las reuniones pude comprobar que el ejercicio democrático, el respeto de las voces y las minorías es posible dentro de un club de lectura. Cada uno de los participantes habla por turnos como en una democracia ateniense y la reunión se transforma en el ágora que alberga las opiniones de todos, no hay una voz cantante. La figura del moderador opera apenas como mediador para respetar los tiempos, evitar interrupciones y fomentar la escucha. Las claves de lectura que cada uno descubre son ofrecidas en la mesa en forma de banquete dionisíaco para volver a casa llenos de nuevas ideas, y muchas veces, habiendo cambiado de opinión. Lo que puede haber sido una lectura insulsa se puede volver atrapante mirado desde otro ángulo. Así de fácil.
 
La cosa no terminaba con la democracia, no. El club permite entrenar otro músculo: el del respeto, que no sabemos dónde lo tenemos pero sabemos que existe. Cada quien puede opinar lo que le plazca. Vale no entender una lectura, no comprender un simbolismo, no disfrutar de una descripción, sentir rechazo por un tema. Vale todo. Y cuando te toque el turno, vas a poder decir lo que te venga a la memoria o lo que trajiste impreso, para eso formás parte de un club de lectura: para hacer oír tu voz en un ámbito seguro, de respeto y confidencialidad.
 
¿Y quien dice que un libro es bueno y otro malo? En un club de lectura, nadie. Puede no gustar un escritor famoso o uno de culto. Puede gustar un libro que está entre los más vendidos (y se puede abrir el gran debate acerca de los best sellers, pero acá no). Podemos cuestionarnos todo en un club de lectura, y compartirlo en debate. Diversas opiniones y el mismo respeto. El lugar ideal para la divergencia. Se leen autores que hubiéramos dejado pasar por recomendación de un compañero, o se releen lo que no nos había gustado para descubrir que se nos había escapado lo que pudimos apreciar cuando nos lo señalaron.
 
¿Y quién lee mejor que otro en un club de lectura? Nadie. Se forman grupos de lo más heterogéneos, desde lectores de ciento de libros, aficionados a las relecturas y quienes tienen apenas unos títulos leídos en su haber. Basta saber leer y tener espíritu curioso que invite a probar cosas nuevas, y ganas de compartir. El entusiasmo colectivo arrasa los temores y el desprejuicio convoca. Todos se animan a leer lo que jamás hubieran imaginado, por extensión, tema o dificultad.
 
Cuando pensé por primera vez que me gustaría armar un club de lectura, no sabía exactamente qué era lo que significaba, sólo había leído de su antigua tradición en Inglaterra y Estamos Unidos. La prueba superó mis expectativas y celebro que proliferen como hongos. No somos los mismos cada vez que tomamos un libro en las manos, sabemos que nos transforman y hacer este ejercicio en el ámbito del no juicio que nos ofrece un club de lectura, es una experiencia que todo lector debería regalarse.

2 comentarios sobre “¿Por qué un club de lectura?

  1. Agustin B,

    Espero que la membresía no sea lo suficientemente exclusiva como para aceptarme entre los miembros de ese club de lectura que se está formando!

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